jueves, 20 de octubre de 2016

ORFANDAD



Hoy como todos los días de mi vida he despertado huérfano.
Porque no hay imágenes ni recuerdos tuyos 
en mis turbios ojos de niño.

Dejó de doler tanto cuando comencé a ser sincero,
y me puse a escribir versos taciturnos
sin consuelo y sin cariño.

Sin poder, ahora cargo a mi hijo en brazos y lo levanto,
le propongo hacer un aeroplano para ir de viaje juntos.
Me corto los dedos haciéndolo
Para no decepcionarlo.

Me falta tino para freírle un huevo a su gusto.
Nadie me enseño salar las sopas,
a cómo cortar adecuadamente el queso.
De buena gana me habrías enseñado algunos trucos,
como comer pescado evitando las espinas y huesos.

Sin ti por los alrededores
de muchas otras madres aprendí,
a no ser un hijo necio, a ser solo sobrino,
a comer de la mitad de un huevo duro,
a dormir entre varios,
a leerme los cuentos yo solo,
a escribir.
Todos los que recibieron una carta de mi abuela saben que ella escribía.

Dios sabe qué hubiera aprendido contigo.

Hoy como todos los días de mi vida he despertado huérfano.
y solo me consuela el recuerdo hermoso de mi abuela,
llorando sin cesar,
cuando se enteró que yo quería ir al ejército.

Los paseos por la calle derecha, por recodo, siguiendo la procesión,
siempre de su mano.
Comiendo aguajes, desgranando shimbillos.
Me arrulla el sonido imaginario con cadencia de vals
que silbaba para sí, como para recordar a sus hijos.

¡Has de ir por la vereda, hijito!,
me decía a diario cuando salía para la escuela.
Me dio tanto de ella misma,
cuando lavaba llorando
las mugres de mi vida
mis ganas de no hacer nada
cuando cuidaba mi sueño profundo
y me esperaba.
Jamás me alcanzaron el corazón y las manos
para recibir tanto amor

Pero ella ya murió.
Ahora quedamos en mi mundo, mi mujer, yo y nuestro hijo.
Abrazo a mi suegra entonces, porque es buena,
y porque como siempre, no estás tú.

Y ya no la abrazo más porque me duele.

Hoy como todos los días de mi vida
me siento huérfano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ALCANFORES PAGANOS

 Desde aquella lejana noche de mi infancia en que embriagué con sobras de tragos y cervezas yo ya no soy el mismo ser humano que contempla s...